Así tenemos el término «masoquismo», derivado del nombre del escritor Masoch; «sadismo» del famoso marqués de Sade; «donjuanismo», de Don Juan, y «bovarismo», de Madame de Bovary. El nacimiento prematuro de estos términos a menudo conduce a un mal uso y aumenta la confusión.
Es evidente que la dispersión de los estudios sexológicos afecta no sólo al estudiante, sino también al propio investigador, ya sea anatomista, endocrinólogo, antropólogo, jurista, psiquiatra o pedagogo, que tiende a ignorar los puntos de vista de los demás. Tiene profundas raíces históricas y profusas consecuencias en la Humanidad.
LAS RAZONES HISTÓRICAS DE LA RESISTENCIA A LA SEXOLOGÍA
La posición negativa hacia todo lo sexual es exagerada y genera una fobia sexual. El estudio científico del instinto humano en el campo sexual es objeto de la sexología. El hombre moderno debe comprender las razones históricas que han originado las costumbres sexuales muy alejadas de las de los pueblos primitivos.
Al principio de los tiempos, el individuo obedecía en el campo sexual a los dioses de Helade como Venus, con cultos eróticos para bailar, a Dioniso, dios del amor, y a Hatur o Afrodita y a deidades egipcias como Amón.
En los pueblos primitivos de hoy, donde el comportamiento sexual no está condicionado por nuestras normas sociales, hay mayor libertad sexual, pierden la virginidad mucho antes y tienen experiencia sexual antes del matrimonio.
Existen varias teorías que explican el cambio de la libertad sexual a una ética de la fobia sexual.
Se han aventurado a llamarlo una ética fóbica al sexo.
El etnólogo Crawley atribuyó el tabú sexual a la necesidad de defensa, porque durante el cortejo, y específicamente durante el coito, los amantes se volvieron tremendamente vulnerables a cualquier amenaza o ataque. Según la Etología o psicología comparativa, cuando los perros sienten la necesidad de defecar sienten la necesidad de mirar a su amo mientras lo hacen, ya que éste es el momento de mayor vulnerabilidad.
Otra teoría se centraría en el hecho de que la creación de tabúes sexuales, la abstinencia sexual o la dificultad para poder tener relaciones sexuales libre y fácilmente dentro de una sociedad generaría frustración, y la frustración conduciría a una alta dosis de agresividad.
Así, inicialmente los jefes de la tribu impondrían la abstinencia sexual antes de las expediciones de caza o antes de una batalla inminente.
También Marchi señala como una constante en la Historia, proceder con esta ética fóbica al sexo, siendo un claro ejemplo la Roma Republicana.
Otros autores argumentan que el cristianismo es responsable de la inhibición sexual y, en algunos casos, del desprecio por las mujeres. En el Antiguo Testamento, hay muchos comentarios de desconfianza hacia las mujeres, la impureza que tienen por sufrir la menstruación….
Los padres de la Iglesia, como San Jerónimo o San Agustín, estaban convencidos de que el sexo es el origen de los pecados, una concepción ética que, basada en la sublimación del alma, desprecia no sólo la carne, sino también el cuerpo.
La turbulencia medieval llevó a sus máximos extremos la concepción de la primacía de la
espiritual y vilipendiaba el cuerpo, las disciplinas y el cuerpo de los castigos corporales. El diablo se identificó con Fausto y la mujer estigmatizada en su sexo. La represión creó una verdadera obsesión sexual, de la cual las alucinaciones del coito con demonios y las consiguientes acusaciones de brujería sobre muchas mujeres son síntomas.
La desviación del instinto hacia la agresividad podría explicar muchas autoflagelación por el masoquismo y el trabajo consciente de los torturadores por el sadismo.
La misma necesidad de amor humano se resolvió al margen del cuerpo y nacieron las amistades espirituales y los cantos de los trovadores a la dama. Pasó de ser una demonio-mujer sexual a una ángel-mujer asexual, inhibiendo la sexualidad y relegándola a un amor idílico o platónico.
La fobia sexual se acentuó con la Reforma y llegó a extremos inconcebibles con el Puritanismo, que extendió el manto de las prohibiciones a cualquier expresión de alegría popular. Estas interpretaciones del Mensaje del Evangelio descartan una visión amplia y positiva del amor, para centrarse únicamente en la procreación, como objetivo primordial del sexo, y enfatizan los peligros que lo amenazan, multiplicando los riesgos y las tentaciones y terminando condenando la sexualidad a la deportación perpetua.
(continuará)
